viernes, 30 de octubre de 2009

El extraño caso de Lerie Lake


Mejor traémelo muerto, Patty, mejor muerto que vivo.
El traficante de sal no estaba seguro de que le dejaran visitar a Patty , no pudiendo justificar ningún lazo familiar y sabiendo que ella en numerosas ocasiones no lo había reconocido.
Cuando entró estaban las dos en el jardín , Patty Ice y Lerie Lake, una sentada frente a la otra, hablándose sin verse.
Mejor traémelo muerto, Patty, mejor muerto que vivo, creyó escuchar que decía Lerie.
Se había criado en California y un día cualquiera cambió su afición por el surf por pescar un pez piedra. Larie Lake hablaba de la edad de los peces como antes de las olas, también como una obsesión, también como la resaca que acudía y se retiraba en su frente en forma de locura.Todos los días desde entonces, desde ese día cualquiera, hacía casi lo mismo que cuando estaba cuerda.Bajaba también a la playa por el sendero y desde allí al puerto donde se colaba en el camarote de algún pesquero.
Mejor traémelo muerto, Patty, mejor muerto que vivo.

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