miércoles, 28 de julio de 2010

sexto jardín



Existe un lugar en el psiquiátrico desde donde se ve el jardín a vista de periscopio. En los sótanos hay una cámara abandonada y una pequeña rendija de ventilación deja entrar una trama irregular de sombra y luz. Para acceder a ella se aprovecha una vieja caja de madera olvidada de la antigua fábrica de sombreros . Para subirse a ella es necesario apoyarse en unas hendiduras en el yeso y elevarse de puntillas para que los ojos alcancen a ver el exterior . Este es un lugar para ver sin ser visto. Pero aquello que se ve es sólo una parte cuyo horizonte rompe a diez centímetros del suelo. Desde aquí la imagen que del paseante se tiene son pies calzados en botas de cuero, sandalias, zuecos y alguna vez un par de rebeldes pies desarropados que vuelven sobre sus pasos de espaldas. Para que las huellas del traficante de sal coincidan con las huellas del traficante de sal.

viernes, 16 de julio de 2010

Cherry



Cherry es una mentirosa. Dice que vivió con un escritor suizo en una cabaña de madera cerca de un lago. Cuenta que aguantó mil y una noches recostada en la alfombra frente al fuego con una copa de bourbon mientras escuchaba pacientemente la lectura de la novela del escritor . Nos dijo que la mañana del día mil dos tomó el primer autobús que pasó por el sendero y desde allí voló a Praga. Dice que el escritor se despidió de ella tendiéndole su dirección en un papel manuscrito y arrugado prometiéndole visitarla . Días después Cherry envió un paquete envuelto en papel de estraza a esta dirección . En su interior había un desplegable en forma de acordeón con postales de los monumentos y lugares más emblemáticos de Praga. También había envuelto en plástico de burbujas una botella de cerveza comprada en Karlovy Vary, y un cd con música de Smetana, subrayando en la carátula la pieza dedicada al Moldava. Junto a estos pequeños obsequios envío recado en una nota, sugiriendo al escritor de lo innecesaria y baldía que resultaba aquella visita pues ya había visto el imaginario de su nueva vida en los objetos.

jueves, 15 de julio de 2010

lo que Patty Ice contó al traficante de sal


Me pides una descripción del traductor . La única certeza que tengo sobre su persona es el relato de tus viajes en su búsqueda, y una impresión remota de la forma en la que se posa la luz sobre el mundo. ¿Puedo a esto llamar recuerdo? , pues junto al temor de no encontrar al traductor se mezcla el desasosiego de las noches en vela donde presiento su figura irreal, donde las tinieblas desadormecen la duda. Pero qué injusta soy , conociendo la generosidad de tu empresa, los barcos perdidos , ¿no es acaso tu periplo una prueba de su existencia?