lunes, 25 de enero de 2010

Olvido Express


Olvido Express murió cuando bajaba desnuda una escalera. Casi al mismo tiempo, encaramada a una escalera de tijera , Lidia Delectorskaya borraba una pintura de Matisse y Leger imaginaba un mundo deshumanizado, hombres con voluntad robótica que bajan la escalera en la ciudad , atrapados por el sonido de dieciseís pianolas, dos pianos, tres xilófonos, siete campanas eléctricas, tres hélices, una sirena y un tam-tam. Más allá, un hombre subía una escalera bajo la atenta mirada del centurión en la crucifixión de Picasso . Y en el ocaso de esa tarde, en los fríos peldaños de la escalera rusa, los desolados personajes en escorzo en las fotografías de Rodchenko. Bajo el destello de la guerra y la feria,dormido, el doctor Caligari, entre el tumulto del espíritu de la época y el desolado abandono de los callejones, atraviesa en sueños escaleras imposibles, iluminadas débilmente desde varios focos de luna . En la escalera de Odesa se precipitaba el futuro que abría el abandono de las manos de una madre muerta.Pero antes de cerrar los ojos, Olvido Express me miró y como un canto al oído me susurró unos versos de Bretón:... La escalera se ramifica indefinidamente
Conduce a una puerta de haces de heno se abre de pronto sobre
una plaza pública
Hecha de dorsos de cisnes una ala abierta para el pasamano
Gira sobre sí misma como si fuera a morderse
Pero se contenta con abrir bajo nuestros pasos todos sus escalones
como gavetas
Gavetas de pan gavetas de vino gavetas de jabón gavetas de espejos gavetas de escaleras...


No hay comentarios:

Publicar un comentario