domingo, 1 de agosto de 2010

lo que Patty Ice contó al traficante de sal



No podría darte un sólo nombre de los muchos que guarda en su apariencia siempre en viaje. Mi traductor duerme, y en sus sueños un fuerte viento del sur se lleva las palabras. Una vez en Kenroku terminaba abril y cayó una flor de kikuzakura. El se guardó el lápiz con el que había abandonado la traducción y en voz baja comenzó a describir la flor. Cuando hubo dado nombre a los trescientos pétalos enmudeció.

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