Existe un lugar en el psiquiátrico desde donde se ve el jardín a vista de periscopio. En los sótanos hay una cámara abandonada y una pequeña rendija de ventilación deja entrar una trama irregular de sombra y luz. Para acceder a ella se aprovecha una vieja caja de madera olvidada de la antigua fábrica de sombreros . Para subirse a ella es necesario apoyarse en unas hendiduras en el yeso y elevarse de puntillas para que los ojos alcancen a ver el exterior . Este es un lugar para ver sin ser visto. Pero aquello que se ve es sólo una parte cuyo horizonte rompe a diez centímetros del suelo. Desde aquí la imagen que del paseante se tiene son pies calzados en botas de cuero, sandalias, zuecos y alguna vez un par de rebeldes pies desarropados que vuelven sobre sus pasos de espaldas. Para que las huellas del traficante de sal coincidan con las huellas del traficante de sal.
Gacela de la muerte oscura
Hace 5 días